30 mar. 2009
islandia
Fue un sueño muy vívido. No hacía frío. Predominaban los colores claros. No teníamos alojamiento, estábamos con Male, y dormíamos en la calle, en un camino de tierra, a la intemperie, en nuestros sobres de dormir. La luna era increíblemente grande y sus dibujos eran totalmente distintos a los que se ven desde aquí (es decir, desde el lugar despierto). No era blanca, sino plateada, y brillaba con luz propia, con miles de hebras y puntos de luz plateados, diminutos, que bailaban hasta que la forma de la luna se deshacía.
Los islandeses tenían terrible onda. La gente nos veía en la calle y nos saludaban con cariño. La actitud predominante era medio hippie, había puestos de artesanías por todos lados, en la calle. Me hacía acordar un poco a Cabo Polonio. En un momento se ponía a llover torrencialmente y nos refugiábamos en una galería de artesanos que tenía techo y paredes de tela clara, de color crudo.
Había un costado siniestro: uno de los volcanes de Islandia entraba en erupción; el cielo se ponía negro, se cubría de nubes y gases, y se veía, cada vez más grande, el fuego. La sensación de amenaza era intensa, pero de a poco la erupción se fue debilitando y todo quedó tranquilo.
No recuerdo mucho más. Pasó cabalgando una muchacha completamente desnuda, sobre un caballo negro y peludo, con todo el cuerpo cubierto de un pelo crespo.
29 mar. 2009
23 mar. 2009
Ana
Hace dos meses llegó con dos amigos a casa. Dos chicos flacos, altos, como ella. Daniela y Santiago, se llaman los chicos. Todos se visten de colores y tienen piercings. Casi no escuchan música.
- Se quedan a dormir, mamá.
- Está bien.
Al otro día voy a despertar a Ana. Los tres están durmiendo en la cama de ella. Santiago está casi despierto. Ana y Daniela duermen abrazadas. Santiago abre los ojos terriblemente jóvenes, llenos de sueño. Sonríe hermosamente y me dice:
- Hola.
17 mar. 2009
Radiohead en México
Así que me fui a los dos conciertos. En principio no lo había pensado así. Compré mis entradas para el domingo hace varios meses, y se agotaron ese mismo día. Era la segunda fecha, porque el lunes, la fecha original, se agotó en la primera hora.
El domingo me levanté tarde y recién a las dos horas empecé a entrar en el humor. Me puse cada vez más ansioso; fuimos a tomar unas cervezas y a comer chivitos caseros con Juan, Nacho y Male. Nacho cumplía años. Era una mañana brillante. No tomamos mucha cerveza, pero la tomamos bastante rápido. Salimos como a las 17, entre una cosa y otra, y 17.30 estábamos allá, pero el toque no empezaba hasta las 8.00. Los teloneros eran Kraftwerk.
Así que ahí estuvimos, sentados, tranquilos, siguiendo con la cerveza, hasta que a los imbéciles del Foro Sol se les ocurrió hacer algo como una primera llamada, y la gente se apelotonó, perdimos nuestro lugarcito de piso para estar sentados, y hubo que esperar una hora a Kraftwerk. La verdad es que me sorprendieron. Nunca los había escuchado a conciencia, y son verdaderamente buenos. Tienen toda la actitud en el escenario (cuatro tipos vestidos igual, casi idénticos, detrás de cuatro mesitas mínimas con computadoras mínimas). Los videos eran buenísimos, todos en onda retro-futuro, algo nostálgico y un poco terrorífico a la vez. Algo de guerra fría, de promesa incumplida. Los temas fueron espectaculares, versiones breves y de alto impacto: the man-machine, autobahn, trans europe express, das model, radioactivity (genial), tour de france, the robots... y alguna más que no conozco. Todo un clima, y los tipos paraditos, sin moverse, como autómatas vestidos de gris. TODA la actitud.
Acá una toma de The Man-Machine
Acá The Robots, donde pusieron unos muñecos y dio más o menos lo mismo.
Bueno, pero volvamos a lo que la gente quiere. El domingo a las 9.35 más o menos salieron los creeps al escenario. La gente estaba delirando. Nosotros estábamos en el medio de la cancha y no veíamos demasiado bien; el público mexicano que va a ver a RH es más alto que el promedio mexicano.
Les dejo el setlist para que se mueran de envidia.
15 Step. Airbag. There there. All I Need. Nude. Weird Fishes/Arpeggi. The Gloaming. National anthem. Faust Arp. No Surprises. Jigsaw falling into place. Lucky. Reckoner. Optimistic. Idioteque. Fake Plastic Trees. Bodysnatchers. // Videotape. Paranoid Android. House of Cards. My iron lung. Street Spirit. // Pyramid song. Just. Everything in its right place.
Realmente no esperaba Aribag (lágrima ojo derecho), ni Lucky, ni Street Spirit, ni Pyramid Song. Me quería morir. Fake Plastic Trees me agarró a contrapié, y me puse a llorar como un idiota, pero como un idiota triste. Hacía pucheros y temblaba, abrazado a Male. No miraba, sólo bajé la cabeza y escuché. Pero también esuve bailando todo el tiempo. Me subí a Male en hombros durante tres canciones, siempre bailando. Cuando la quise bajar, male nunca tocó el piso y nos caímos hacia atrás. Al otro día me dolía el pie.
Fue como volver a escucharlos por primera vez. Es todo lo que puedo decir. La misma sorpresa, la misma admiración, la misma gratitud.
La vuelta a casa fue una tortura, imposible conseguir taxi. Llegamos 2.30.
No teníamos entradas para el lunes. Me desperté con intenciones de trabajar todo el día. Lo hice, pero a eso de las 2 nos empezaron a venir ganas. A las 4 ya lo habíamos decidido. El único problema era cómo conseguir entradas. Willy llamó para ofrecernos unas, pero eran para cancha otra vez, así que dijimos que no. Salimos a las 6 y media para buscar al primer revendedor que se nos cruzara, y pagarle más o menos lo que fuera.
El revendedor resultó ser una persona ---- (descripción omitida para proteger la identidad del susodicho). Nos ofreció gradas a ---- (omito para proteger la información sobre nuestro nivel socioeconómico), y nos parecieron super accesibles, así que le dijimos que sí. Male le preguntó si nos acompañaba hasta la entrada, para garantizar que fueran auténticos los boletos. Dijo que sí. Me decía "patrón" todo el tiempo. Las entradas estaban un poco manoseadas, pero parecían genuinas. El tipo dijo: "que primero pase la señorita y después usted me paga". Fenómeno. Llegamos a la entrada, había terrible fila, y el tipo agarró a Male (que estaba medio tímida) y le dijo "pase! pase! pase!", le dio un empujoncito, y male se ahorró toda la cola. Le pagué. Me dio un empujoncito a mí también. Pasamos. Pero no era exactamente un checkpoint, porque no te escaneaban las entradas. El checkpoint estaba 100 m. más adelante. Fuimos con male como quien lleva drogas en el aeropuerto, esperando que por favor nos dejaran pasar. No tanto por evitar la cárcel, sino por las drogas.
Era esa hora especial del día donde empieza a oscurecer y se prenden las primeras luces, blancas, del estadio. Se venía además una tormenta y el cielo estaba del color de las piedras volcánicas más claras. Una hermosura.
Pasamos el primer checkponit. Recién ahí nos dimos cuenta de dónde estábamos. Nos vino todo el entusiasmo y empecé a saltar. Pasamos el segundo checkpoint y ya estábamos adentro del estadio. Nos tocó bien arriba, lejos, pero veíamos perfecto. Male se asustó de la altura porque tiene vértigo, pero después se acostumbró.
Otra vez Kraftwerk, pero esta vez mucho mejor, mucho más cómodos. Yo bailé un par de canciones, pero male no se despegaba del asiento. La noche caía y se veían relámpagos cada vez más cerca. La gente aulló. Empezamos a tomar cerveza y también nos comimos una pizza porque sólo habíamos desayunado.
Después llegó Radiohead. Otra vez el mismo entusiasmo. Y acá les dejo el setlist para que vean.
15 Step; There there; The national anthem; All I Need, Kid A; Karma Police; Nude; Weird Fishes/Arpeggi; Jigsaw falling into place; The Gloaming; Talk Show Host; Videotape; You and whose Army; Idioteque; Climbing up the Walls; Exit Music; Bodysnatchers; // How to disappear completely; Paranoid Android; Dollars and cents; The Bends; // Everything in its right place; Like Spinning plates; Reckoner; Creep.
¿Se dan cuenta de la diferencia?
Para empezar, tocaron 12 temas que no habían tocado el día anterior:
Kid A, toda una sorpresa;
Karma Police, predecible pero igualmente difrutable;
Talk show host, una joyita;
You and whose army, el corazón del amnesiac;
Climbing up the walls, otra de mis raras preferidas;
Exit music salió accidentada; se les rompió una cuerda, después se cruzaron, después no se qué pasó; thom yorke se frikeó y dijo que no la iban a tocar; no la terminaron. Loco de mierda.
How to disappear... No se puede decir más. La tocaron y es suficiente.
Dollars and Cents, otra hermosura.
The Bends! Esa la había estado esperando también. Lo único objetable fue que el tempo era mucho más lento de lo debido. Casi una balada. Bueno, no tanto.
Like Spinning Plates! Otra de las que no iba a permitir que no tocaran. Con el pianito, justo como la conocía en vivo.
Creep(!!!!!) No voy a decir que es mi favorita, pero parece que hace varios años que no la tocaban en ningún lado, por razones obvias (estarán podridos). Y la tocaron! La gente deliraba. Supongo que fue por haber estado tanto tiempo sin venir.
Están sonando muy bien. Cantando muy bien. Redondos, afinados, sucios, perfectos.
Los temas nuevos, que yo tenía un poco abandonados, sonaron excelentes en vivo. Sobre todo Reckoner y Jigsaw falling into place, pero también Faust Arp y Weird Fishes. Me reconcilié. Son temas hermosos.
Ahora estamos en una nube, male y yo. Hoy nos juntamos con Nacho a escuchar temas y ver algún video en vivo.
Así que déjenmen disfrutar.
Les dejo algún videíto más, para que no los vean.
Creep, re cerca. No se escucha un sorete.
El fracaso de exit music. Pudimos escuchar algo, igual, de los mejores acordes del pop, ever.
Y ahora déjenme terminar con lo que de verdad pienso de estos dos conciertos.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
15 mar. 2009
previa
en dos horas nos vamos a ver a radiohead
el fantasma de garcía se despierta y busca las entradas
no las encuentra
le pregunta a la novia del fantasma y responde que no sabe
que para qué las sacó ayer, a pasear
que estaban arriba del sillón pero en la mañana no las vio
la novia del fantasma hace un segundo de silencio
va corriendo hasta la basura
se pone a buscar
saca unas entradas rotas
son de un espectáculo al que fue ayer
saca unas entradas enteras
son las del concierto de radiohead
esta otra foto no tiene nada que ver, pero salió buena
13 mar. 2009
Deslucida versión de la magdalena de Proust

Me pasa algo raro en México. Siento que el tomate tiene gusto como a pescado. Casi siempre que como tomates les siento ese gusto, aunque trato de ignorarlo para no darle paso a la locura. Igual me da la impresión de que están regando los tomates con agua de tanques donde hay pescados muertos, o algo así.
Esa es la parte mala. La parte buena es que, hace poco, eso hizo que recordara nítidamente algunas cosas de mi infancia. Ahora no es tan nítido, por la falta de tomates. Pero en aquel momento, en el comedor del Colegio, pude recordar cuando mi viejo se iba a pescar en Piriápolis y volvía en la noche, a veces mojado por la lluvia, envuelto en un pilot, oliendo a pescado en unas manos que tenía como de carpintero, rotas de anzuelo y cuchillo, pegajosas, ensangrentadas. A veces se iba con mi abuelo, volvían de noche, y para mi venían de una guerra mítica. Venían de un pasado heroico, oliendo a pescado. Venían de olas que rompían y de luchar contra el viento en la oscudidad.Cuando le daba un beso a mi viejo sentía olor a pescado, como años después sentiría olor a taller mecánico.
Mi padre está parado en la puerta, mojado y joven, y tiene algunos pescados en las manos. Son corvinas, son gigantes, plateadas. Tienen los ojos abiertos, las bocas abiertas. No me gusta el pescado, lo odio. A mi padre tampoco le gusta. A veces lo tenemos que regalar. Mi padre es más joven de lo que yo soy ahora.
Yo salía a pescar a veces, en Piriápolis, con mi viejo o con mi abuelo. Iba más con mi abuelo. Íbamos al puerto, a pescar pejerreyes. Nos levantábamos temprano, antes del sol. El aire era increíblemente limpio, como si fuera otra cosa, un líquido frío que se iba calentando de a poco y sólo estaba hecho para despertar a los pájaros. Yo me vestía con deportivo y championes, por el frío. Íbamos en un Ford Corcel con los asientos forrados de corderito sintético, que olía raro y era abrigado. Bajábamos en el puerto y caminábamos. Nos sentábamos y tirábamos el lengue. A veces pescábamos y a veces no. No sé de qué conversábamos. Estaba lleno de gente que mi abuelo conocía, incluso un campeón del mundo del 50. Gente simpática.
Un día el mar estaba lleno de aguavivas, tapaban toda el agua y se apelotonaban en los rincones del puerto. Todas muertas o casi muertas. Las aguavivas son de gelatina y tienen gusto salado. Me daba miedo caminar por el muelle, que tenía agujeros en forma regular, y muy abajo podías ver el agua oscura, que escondía un terror silencioso.
Con mi viejo era menos frecuente. Un día fuimos a la playa para que aprendiera a tirar la caña. Perdí como tres plomos entre las piedras y no aprendí a tirar. Un fiasco. Mi viejo tiraba y la línea salía derechito, y caía como 50 o
También íbamos a pescar sargos entre las piedras. En el Puertito don Anselmo, un lugar apacible, encantador. La única desventaja eran los piojos de mar que pululaban por miles entre las piedras. Si uno se movía, se escondían, pero si te quedabas quieto, aparecían. Eran de color gris oscuro; algunos diminutos y otros del tamaño de un pulgar. Algunos estaban montados sobre otros.
Teníamos que cruzar nadando hasta una piedra para poder estar en un lugar bueno. A veces también buceábamos ahí. Cruzábamos con todos los aparejos. Yo era tan torpe que hasta me costaba encarnar. Me pinchaba con los anzuelos. No podía ni sacar a los pescados del anzuelo. Me asqueaban la aspereza de las escamas, la viscosidad, el movimiento de la agonía. Un día nos pasamos toda la tarde pescando en la piedra, había muchos sargos y el sol iba cayendo frente a nosotros. Atardeció. Cuando volvimos a casa me había quemado horrible, todo rojo, pero sólo en la parte de adelante del cuerpo.
Una de las cosas que más recuerdo es el plomo. Las plomadas. Eran grises e irregulares, de fabricación casi casera. Incluso teníamos una máquina de fabricar plomadas, que creo que nunca usamos. Era como una prensa con las formas vacías de los plomos, algunos como lágrimas, otros como diamantes. Las plomadas que usábamos eran frías, pesadas, tenían una argollita de metal arriba, y un número con el peso en gramos. Tenían una cicatriz al costado, donde había cerrado la prensa.
Cuando volvíamos a casa, alguien limpiaba el pescado. Primero le pasaba un cuchillo y las escamas saltaban. Quedaban esparcidas en el pasto, como estrellas que se apagan. Después abrían el pescado y le sacaban las tripas. Era raro ver un pescado entero, recién muerto o todavía boqueando, y que pasara un momento y había algo asqueroso entre las manos de alguien, un amasijo de color, y después había dos filetes limpios, rosados. Era como que te dejaran descansar, algo como misericordia.
En algún momento yo hacía lo que todo niño ha hecho al menos una vez: tocaba el ojo abierto, blando y frío, del pescado.
11 mar. 2009
la memoria

¿Cuáles son los mecanismos de la memoria? ¿Cuál es la base física, neuronal, de nuestros recuerdos? ¿Por qué recordamos alguna estupidez que alguna vez nos dijeron y no podemos recordar la cara de nuestra primera novia?
Hasta ahora se sabía que la memoria depende de la conformación de conglomerados neuronales que se mantienen más o menos estables. Recordar es activar estos conglomerados. Cuando olvidamos, estos porque estos conglomerados se han disuelto.
Pero la pregunta es ¿cómo se forman? Los últimos descubrimientos científicos parecen apuntar a que las neuronas tienen unos ganchitos que les permiten prenderse a las otras neuronas, para formar esos conglomerados. La fuerza de los ganchitos es la que hace que los conglomerados sean más o menos resistentes al paso del tiempo, y por lo tanto, la que hace que podamos recordar algunas cosas y otras no.
Investigaciones más recientes han mostrado que, más que ganchitos, lo que tienen las neuronas son como unas patas de araña, llenas de pelitos que se pueden adherir a las patitas de otras neuronas. Un grupo de investigadores sostiene que, en realidad, las neuronas no son más que un tipo especial de arañas, minúsculas y caprichosas, que tienen un grado considerable de voluntad, y que deciden de forma más o menos arbitraria de qué manera conglomerarse.
Así, la memoria depende de la población predominante de arañitas que uno tenga en la cabeza. Si uno tiene una mayoría de arañitas tristes, le quedarán fijos los recuerdos tristes. Si tiene arañitas románticas, recordará a cada una de sus novias y cada uno de los cigarrillos que se fumó mientras amanecía. Si tiene arañas haraganas no podrá ser abogado. La memoria, entonces, es un proceso estadístico, dependiente del predominio numérico de arañas.
El problema es cuando no predomina ninguna especie de araña. La actividad cerebral es tan compleja que estos insectos tienen que andar todo el día de un lado para otro, y acaban todos mezclados. Cuando tienen que formar algún conglomerado, se agarran a lo primero que ven, y así se dan conglomerados sumamente heterogéneos. Las arañas tristes se prenden a las arañas olvidadizas; las arañas infantiles a las arañas de los sueños; las arañas alegres a las de los recuerdos que no sabemos bien si son reales o inventados.
A veces, cuando no podemos dormir, tratamos de evocar un recuerdo para tranquilizarnos, y terminamos viendo salir el sol. Otras veces traemos una anécdota jocosa a una reunión y todos se ponen tristes. Y algunas veces, nos acordamos de alguien querido y nos damos cuenta de que ya no nos importa.
10 mar. 2009
entrada típica: cosas que odio
2. Llegar a mi oficina y que el teléfono esté sonando.
3. Los choferes del transporte público.
4. Los aeropuertos.
5. Las terminales de ómnibus.
6. La luz muerta de una ciudad contaminada.
7. La gente que es cruel con los animales.
8. La gente que defiende la pena de muerte.
9. La moralina latinoamericana.
10. Que mi cama no tenga cabecera para leer tranquilo.
8 mar. 2009
7 mar. 2009
Algunas ecuaciones sobre el amor
El amor no se elige ni se justifica. Tratar de explicar por qué se quiere a alguien deriva en una enumeración trivial, o en el peor de los casos en una contabilidad falsa. Todos los atributos del ser amado se muestran como causas de nuestro amor, cuando en realidad son sus consecuencias. No queremos a alguien por tener ojos oscuros (nadie se enamora de categorías), o por decir cosas hermosas. En realidad, consideramos que alguien dice cosas hermosas porque lo amamos. Uno no puede explicar su amor por medio de ecuaciones como “bueno en la cama – mal aliento en las mañanas = pasable”; o “bueno en la cama + buen aliento = estoy loca de amor”. Más bien la cuestión es algo como: “estoy loca de amor --> mal aliento ((+)) bueno en la cama”. Es decir, cuando uno está enamorado, el mal aliento también suma. Que es lo mismo que decir: “estoy loca de amor --> lo demás me importa un carajo”.
6 mar. 2009
Leonardo da Vinci
5 mar. 2009
4 mar. 2009
El universo antes del Big Bang (dedicado a Pilarcita)
http://www.pilarcitas.blogspot.com