26 jul. 2008

La semana en titulares

Estoy escuchando el último disco de sigur rós. No puedo decir cuánto me gusta. Es como tener un par de alas que van saliendo de a poquito. Si la mierda de boomp3.com me deja subir un archivo, lo haré. Pero creo que todos tienen más de 10 mb. Eso debe ser lo que lo hace difícil.

Ayer estaba jugando al fútbol en la FLACSO y me torcí un tobillo. Es una especie de esguince, pero casi no se hinchó. Ahora rengueo, como el Dr. House. Ojalá tuviera sus ojos. Tuve que caminar todo el día: ir al Instituto Nacional de Migraciones por un papel cagado para poder salir del país; después al Colegio de México, a coordinar unas cosas para mi próximo ingreso ahí. Después a una fiesta a lo de unos amigos. Así voy a demorar en curarme. Mañana tal vez vaya al hospital Xoco a que me saquen una placa, o a que me amputen, o a que me saquen el apéndice, o a comprar cacahuates. Ahora estoy de vuelta en casa, solo, porque Male ya está en Uruguay. Estoy escuchando el último disco de sígur rós. No puedo decir cuánto me gusta.

El martes me tocaron el timbre en casa. Era un chico de gorra y ojos claros. Me dijo que necesitaba plata para pagarle al cerrajero porque se le habían quedado las llaves adentro del auto. No diré que soy un imbécil y que me creo todos los cuentos que me hacen los chavos de gorra a las 10 de la noche. Diré, en cambio, que - desconfiando y todo - prefiero ser un imbécil a ser mezquino. Así que le di plata. 200 pesos. Me dijo que volvía en 20 minutos. Todavía lo estoy esperando. Definitivamente, soy un imbécil.

El miércoles en la mañana estaba sentado a la mesa, desayunando y viendo los titulares en la compu. Una araña pequeña bajaba por la cortina. La miré de cerca. Casi sin dudarlo, concluí que se trataba de un ejemplar del género loxoceles, también llamada araña reclusa, o araña violinista. Marroncita, patas largas, una manchita amarilla en el lomo (abdomen), quelíceros grandes y oscuros. Frecuentes en las casas de toda América, poco agresivas, tienen no obstante una picadura bastante jodida. Te pueden matar. Si no te matan, te pueden necrosar todo un miembro. Si no lo hacen, en el lugar de la picadura se te puede formar un agujero del tamaño de una moneda de 10 pesos mexicanos. Si eso no pasa, me imagino que igual te duele como la mierda. Eso dice, al menos, en la enciclopedia que tengo en casa. Cito textualmente: "...te duele como la mierda".

Decidí matarla. No suelo tener esa actitud hacia las arañas. A pesar de tenerles fobia, también les tengo lástima. Son bichos perseguidos, pero son completamente inofensivos en términos prácticos. No obstante, los humanos somos idiotas, adoradores de figurillas, temerosos de la oscuridad, votantes regulares. 200.000 personas en Berlín para ver a Obama. NO ME JODAN.

Decidí matarla. Agarré un champión (tenis / zapatilla), la desprendí suavemente de la cortina. Una vez en el piso, casi no podía verla. El piso de mi casa es una moquette marroncita, igual que la araña. La vi como una mancha borrosa, y la quise aplastar con la zapatilla (tenis / champión), pero es uno de esos tenis (champión / zapatilla) de correr, así que está lleno de ranuras. Lo giré varias veces sobre el punto en el cual supuestamente estaba la araña agonizante.

Lo levanté: nada. Escudriñé las inmediaciones de la zona de ataque: nada. Tomé una hoja de papel y recorrí la zona con el borde: no traces.

Ni rastros de la araña.

La muy puta sobrevivió. Y seguramente is seeking for revenge.

Cualquiera diría que se lo merece.

Ahora sé que tengo una loxoceles en casa. Probablemente haya más en la vuelta: esperando, pergeñando, acechando, conspirando, tramando. Tras las cortinas y los libros. Bajo la ropa y EN la ropa. En los zapatos. No vendría mal aspirar un poco. Pero estoy rengo, soy el Dr. House, me lastimé jugando al fútbol, y el martes me voy a Uruguay, así que tengo que hacer las valijas, no olvidar nada, comprar algunas cosas para regalar, avanzar un poco en la preparación de la base de datos de mi investigación.

Illgresi... PUTA MADRE QUÉ BUEN TEMA.

25 jul. 2008

este blog está durmiendo

eso mismo

9 jul. 2008

haiku en el trabajo

La lluvia es suave.
En la higuera oscura de mi ventana,
bajo las hojas, un pájaro espera.

7 jul. 2008

dos sonidos

en mi cama, una mujer abraza el calor de su propio aliento
mientras el frío velo de la lluvia se arrastra, impalpable, hacia la noche

4 jul. 2008

el castillo

Un hombre flaco,
Vestido con un traje limpio y triste
La camisa blanca, el pelo negro
La espalda llena de agujeros

Arrastraba una torpe maleta
Llena de pulmones de madera
De pólizas nocturnas
De triángulos imaginarios, como todos los triángulos

Lo veo todavía por el camino
Bajo la luna débil
Caminando como quien se desvanece
Y corriendo por el declive
A pesar suyo
Perdiéndose

Detrás de él nadie viene
Él imagina sombras
Y casitas separadas del suelo
Por una línea oscura

Se acerca al edificio,
Lo pierdo de vista, y lo imagino
Sentado en la puerta
Esperando ser recibido
El contrato en la mano

Todo el pueblo está dormido
Y las muchachas lo olvidan

No se cuántas veces vino
Nunca pude verlo
En mi habitación el ruido es infinito

Cómo podía recibirlo
Si los bronquios se secaban
Como ladrillos

3 jul. 2008

malade

Amanecí enfermo: irritación intestinal. Fiebre, vómitos, dolor. Hasta el agua me da asco.

Un bajón de aquéllos.

Es como vivir en un cuerpo prestado, inútil, achacoso.